Existen ciertos límites físicos y económicos al desarrollo de los circuitos integrados. Básicamente, son barreras que se van alejando al mejorar la tecnología, pero no desaparecen. Las principales son:
- DISIPACIÓN DE POTENCIA.
Los
circuitos eléctricos disipan potencia. Cuando el número de componentes
integrados en un volumen dado crece, las exigencias en cuanto a disipación de
esta potencia, también crecen, calentando el sustrato y degradando el
comportamiento del dispositivo. Además, en muchos casos es un sistema
de re-alimentación positiva, de modo que cuanto mayor sea
la temperatura, más corriente conducen, fenómeno que se suele llamar
"embalamiento
térmico"
y, que si no se evita, llega a destruir el dispositivo. Los amplificadores
de audio
y los
reguladores de tensión son proclives a este fenómeno, por lo que suelen
incorporar protecciones térmicas
- CAPACIDADES Y AUTOINDUCCIONES PARASITARIAS.
Este
efecto se refiere principalmente a las conexiones eléctricas entre el chip, la
cápsula y el circuito donde va montada, limitando su frecuencia de
funcionamiento. Con pastillas más pequeñas se reduce la capacidad y la
autoinducción de ellas. En los circuitos digitales excitadores de
buses, generadores de reloj, etc, es
importante mantener la impedancia de las líneas y, todavía más, en
los circuitos de radio y de microondas.
- LIMITES EN LOS COMPONENTES.
Los componentes disponibles para integrar
tienen ciertas limitaciones, que difieren de sus contrapartidas discretas:
•Resistores.
Son
indeseables por necesitar una gran cantidad de superficie. Por ello sólo se
usan valores reducidos y en tecnologías MOS se eliminan casi
totalmente.
•Condensadores. Sólo
son posibles valores muy reducidos y a costa de mucha superficie. Como ejemplo,
en el amplificador operacional μA741, el condensador de estabilización viene a
ocupar un cuarto del chip.
•Inductores. Se
usan comúnmente en circuitos de radiofrecuencia, siendo híbridos muchas veces.
En general no se integran.
- DENSIDAD DE INTEGRACIÓN.
Durante
el proceso de fabricación de los circuitos integrados se van acumulando los
defectos, de modo que cierto número de componentes del circuito final no
funcionan correctamente. Cuando el chip integra un número mayor de componentes,
estos componentes defectuosos disminuyen la proporción de chips funcionales. Es
por ello que en circuitos de memorias, por ejemplo, donde existen millones
de transistores, se fabrican más de los necesarios, de manera que se puede
variar la interconexión final para obtener la organización especificada.
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